Cuando hablamos de seres humanos, estamos hablando de nosotros, individuos, con características individuales, que interaccionan con el ambiente, con la personalidad única, etc. Los seres humanos nos diferenciamos de otras especies, como los animales, los insectos, o demás. Los más apresurados pueden decir que nos diferenciamos simplemente por la capacidad de vincularnos a través de un Lenguaje; sin embargo, esto no es suficiente para demarcar dicha diferenciación. El lenguaje no alcanza para señalar una única diferencia con los animales porque hay distintos tipos de lenguaje (como ser conceptual, poético, emotivo..). Entonces, podemos decir que hay algo más importante aún para caracterizarnos como seres humanos. Este elemento es la capacidad de Simbolización: al no haber una única realidad (hay tantas realidades como cantidad de personas dispuestas a interpretarla), se dice que el ser humano deja de ver la realidad tal cual es, ya que a partir de la simbolización que hacemos de ella, cada uno la ve de acuerdo a su historia, sus experiencias, sus emociones, su carácter, etc.
Es a partir de este concepto de Simbolización que se establece nuestra subjetividad, nuestro marco de referencia para pensar, sentir y hacer desde nosotros mismos de acuerdo a lo que interpretamos de la realidad. Entonces de acuerdo con el anterior enunciado, si nosotros somos capaces de pensar, sentir y hacer por nosotros mismos, como seres humanos, debemos asumir Responsabilidad sobre nuestras decisiones. "Las cosas serán tales como el Hombre haya decidido que sean" (Sartre), por lo tanto solo hay realidad en la acción. No basta solo con pensar en hacer las cosas de una forma distinta, sino que hay que también poner en práctica nuestra forma de pensar y sentir, a través del hacer.
Según Sartre, el asumir la responsabilidad propia, se opone al "quietismo", al decir: "las cosas pasan porque sí y hay que adaptarse a ellas", o "los demás pueden hacer lo que yo no puedo"; ejemplo para describir esto es que un cobarde no nace siendo cobarde, ni un héroe nace siendo héroe, ambos se construyen según sus actos (y ambos también pueden dejar de serlo en un instante según sus actos). Por eso el ser humano no puede escapar al sentimiento de su profunda y total responsabilidad, ya que el hombre está condenado a ser libre.
Ahora bien, teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, ¿cuál es mi/nuestra posición como Acompañantes Terapéuticos frente a esta situación? Un AT puede ayduar al paciente a hacerse más responsable de sus actos a través del autoconocimiento, a través de ayudarlo a ponerse en contacto consigo mismo, en contacto con sus emociones. Indefectiblemente, cuando uno piensa antes de tomar una decisión, en lo que siente, lo que quiere, y qué objetivos tiene en mente, la decisión será aún más acertada que si se deja lleva por "el qué dirán", por mandatos externos introyectados como propios, por expectativas ajenas depositadas en uno, etc. Cuando un paciente psicótico golpea a un familiar, no lo hace porque los odia, lo hace porque es su únca salida en ese instante de desesperación, no cuenta con todas las herramientas que contamos nosotros para afrontar la frustración con más calma. El AT allí lo que hará es contenerlo en medio de su crisis, a veces con palabras a veces no, pero el punto es reducir los daños de las crisis lo máximo posible. ¿Es posible desarrollar la responsabilidad en un paciente psicótico? Es muy poco probable, por lo menos desde mi/nuestro rol. Lo que sí se puede desarrollar es la responsabilidad de estar en el día a día (manejo de dinero, interactuar con mayor fluidez, mayor contacto con el otro, ayudarlos a seguir con el tratamiento psicológico y/o psiquiátrico, ayudarlos a responsabilizarse en mayor medida con su aseo, etc).
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