Acompañante Terapéutico (Blog sobre recursos. Servicio profesional)

domingo, 8 de septiembre de 2013

Rol del AT con PACIENTES TERMINALES (2)

EL TRABAJO ESPECÍFICO DEL AT CON ENFERMOS TERMINALES.

Para los que estamos por decisión propia encargados de acompañar y cuidar a un paciente con enfermedad terminal, debemos tener en claro que nuestro objetivo más importante será "tratar de ayudar a la familia y al paciente a aprovechar el tiempo que les queda", y esto no significa ir a Disneylandia con la persona y la familia, sino lo que voy a poner a continuación.

 Es fundamental lograr el contacto con el paciente, la famosa "transferencia" ¿Por qué? Porque es muy difícil para una persona con este tipo de crisis poner en palabras lo que le sucede, porque ,muchas veces ni él mismo entiende qué le pasa con lo que le pasa. Y en un vínculo transferencial, este "poner en palabras" se hace mucho más fácil.

 El AT debe funcionar como intermediario entre médicos, familia, y paciente. Debe por todos los medios posibles tratar de aligerar el peso de cualquier tipo de trámites, intervenciones con otros profesionales, o situaciones que le impidan a la familia y al paciente ponerse en contacto con ellos mismos y aprovechar el poco tiempo que les queda.

 Por supuesto que es fundamental sacar a la persona adelante, ayudar a conectarlo con su vida. Debemos ser el sostén que necesitan para salir del estado de indefensión en que se encuentran, (ojo! no hay que pedirle que haga cosas que no quiere o que no tiene ganas, sino acompañar cuando decidan hacer algo y por miedo no se animen, o lo vean difícil, no hay que obligar al paciente a hacer algo).

 También desde nuestro rol profesional, y no solo nosotros, sino la familia también, debemos respetar el deseo del paciente. Cuando se cansan los pacientes del tratamiento, generalmente es por mucho sufrimiento previo. Por ejemplo en el cáncer, todos sabemos a nivel general los efectos secundarios de los tratamientos invasivos que se realizan. Es por eso que un paciente muchas veces decide dejar de sufrir y entregarse a la situación, aceptarla, y dejar de pelear. A las familias cuando se dan cuenta de esto, se les hace muy difícil de comprenderlo, pero es sumamente necesario respetar el deseo del paciente porque sólo ellos saben qué les está sucediendo a nivel interno con toda esa situación.

 Acompañar al paciente a decidir cómo será su partida es muy importante. En el Ateneo que presencié, una exponente hablaba de cómo en los últimos días de vida de una paciente, juntas decidieron poner velas aromáticas en el cuarto, llamar a la familia, etc. Es el deseo del paciente el que debemos escuchar para sus momentos finales, y que pueda despedirse dentro de las posibilidades, de la mejor manera posible.

 Generar proyectos a muy corto plazo, y pequeñas actividades (por mínimas que sean), ayudan a la persona a no hundirse en la depresión, que significa la falta de interés en el mundo.

 Por último, vale la pena aclarar, que el AT ¡no es enfermero! El AT no pone inyecciones, no cambia vendas, no hace trabajos de enfermería. El AT es eso, un acompañante de la vida. No hay que confundir los roles, ni nosotros, ni el paciente, ni la familia.

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